Una buena alimentación influye directamente en la salud, calidad de vida, desarrollo e incluso estado de ánimo de las personas. A través de una correcta alimentación se puede fortalecer el organismo, mantener energía a lo largo del día, reducir el riesgo de prevenir enfermedades y lograr un mejor desempeño físico y mental.
No obstante, debes tomar en cuenta que tener una buena alimentación no significa seguir dietas restrictivas o estrictas, sino más bien, lograr mantener buenos hábitos alimenticios.
Entonces, ¿Cómo lograr una dieta balanceada?
Para tener una alimentación equilibrada, vigila que tus comidas sean variadas y que contengan todos los grupos alimenticios: frutas, verduras, granos, legumbres, cereales, carnes, lácteos, etc. También fíjate en el tamaño de las porciones, tratando de no comer porciones muy grandes.
Construyendo buenos hábitos alimenticios
En lo que respecta a la alimentación, generalmente las personas tienen hábitos muy arraigados; algunos de ellos pueden ser buenos, pero otros no tanto. Cabe recordar que, sin importar que muchos de ellos se hayan adquirido desde la niñez, siempre es posible cambiarlos para bien.
Para lograr adoptar buenos hábitos alimenticios primero identifica cuáles de los que tienes actualmente podrían ser poco favorables para tu salud y trata de trabajar en ellos. Para esto, es importante ir incorporando nuevas costumbres de forma paulatina y ordenada, ya que los cambios bruscos son más difíciles de cumplir.
Beneficios y más beneficios
Una buena alimentación trae consigo una buena serie de bondades para la salud, en especial a mediano y largo plazo. Comer de una forma saludable puede evitar la aparición de enfermedades como la diabetes, obesidad, hipertensión, anemia y algunos tipos de cáncer. Además, una dieta balanceada brinda los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo, los organos y el cerebro; una alimentación adecuada es la base para el buen desempeño físico y mental.
Recuerda que las necesidades alimenticias de cada persona varían de acuerdo a factores como su edad, etapa de vida, estado de salud y la actividad física que realiza. Debido a esto es importante consultar con un especialista en nutrición para que pueda guiarte en lograr una alimentación adecuada. No olvides que algunos seguros médicos ofrecen consultas al nutricionista dentro de sus beneficios.
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